Una entrevista para conocer

Entrevista a Auro Murciano.
Por Ángela Fernández.

Auro Murciano es peluquero y artista. En su nuevo espacio Valienteplan, situado en el centro de Sevilla, atiende a sus clientes poniendo en práctica su idea de que la peluquería sea un espacio en el que la creatividad y el arte estén presentes. Auro Murciano esculpe, pinta y compone sobre el cabello sin olvidar lo más importante: sacar el máximo partido a cada persona que se pone en sus manos.

A una persona que no ha ido nunca a tu peluquería, ¿cómo le explicarías qué encontrará en Valienteplan?

En primer lugar, la persona que vengan a Valienteplan encontrará simplicidad, naturalidad, intuición y calma. Además, este es el estado que necesito para crear. También encontrará un espacio limpio y con alma que va a ir mutando según requiera, lo podríamos llamar “metamorfosis continua”. En segundo lugar, la concentración de conocimiento en el mundo de la peluquería, imprescindible hoy en día para poder buscar los resultados deseados.

¿Cómo tiene que ser un buen peluquero?

Tener openmind, mucho conocimiento, saber observar, aplicar la intuición y salir de todo lo establecido para crearse su propia identidad. Es lo que echo en falta en la profesión de peluquero, las identidades definidas.

¿Sigues las tendencias a la hora de realizar un trabajo?

No podemos salirnos completamente de las tendencias pero sí hacerlas tuyas, tener las herramientas necesaria para crear, saber usar el conocimiento y, por supuesto, embellecer desde la naturalidad. En esta última tendencia sí que creo.

¿Cuáles son las tendencias para esta temporada?

La naturalidad, la ausencia de lo superfluo, la sintonía personal con cada imagen, la búsqueda de tu propia voz. Por ello, los cortes y el color evocan la naturaleza. El cabello presentas movimientos libres y colores que recuerdan a tierra, cereales y minerales.

Te basas en la técnica freehand. ¿En qué consiste?

He asimilado miles de formas de texturizar el cabello a lo largo de estos años de la mano de grande figuras, como Vidal Sassom.
La técnica del freehand parte del conocimiento como artista. A la hora de cortar trato al cabello como lo que es: una fibra voluble y modificable. Se corta en seco para tener presente la textura natural, los volúmenes y la dirección de cabello. Se empieza a esculpir el cabello a través de incisiones precisas, como si de un bloque de mármol se tratara. Esta técnica requiere mucho conocimiento y tener las herramientas necesaria para ello.

¿Cómo te marcó profesionalmente tu paso por Australia?

Creo que toda persona debería de tener un tiempo, como dirían las personas del campo “de barbecho” o parada biológica.
Decidí hace tres años parar, después de veintidós años de empresario, y hacer un viaje para aprender y observar. Decidí Australia y en concreto Melbourne, por ser la primera en el ranking de ciudades con mejor calidad de vida. Es una sociedad muy nueva, verdaderamente multicultural en la que no te sientes extranjero.
Este viaje iniciático, como yo lo bautice, me hizo crecer interiormente y profesionalmente ya que conocí una empresa de peluquería con mi misma filosofía sobre la naturalidad y la creatividad. En ese tiempo testamos una formación basada en el arte para peluqueros, algo que me gustaría poder en su día trasmitir a mis compañeros en España. En resumidas cuentas, Australia se ha convertido en un máster.

Los clientes de Sevilla, ¿son atrevidos a la hora de renovar el corte y el color del cabello?

En esta época, lo que consumimos tiene que ver con que nos identifiquemos con el producto. Por ello el cliente de Valienteplan se identifica con el espacio y con su filosofía. No es una peluquería al uso, por ello quien cruza la puerta sabe lo que va a encontrar.
El sevillano le ha perdido la vergüenza a los cambios, por ello creo que todo está cambiando. Sevilla ha cambiado. La ciudad está sufriendo una metamorfosis bastante obvia. El sevillano ha viajado y a conocido otras culturas, algo que lleva a poder tomar una cerveza en El Tremendo, ir a un espectáculo de danza contemporánea y terminar en el Garlochi. El sevillano está valorando más la cultura de su ciudad.

¿Qué importancia tiene el cabello en la construcción del look de una persona?

El cabello crea el look y es la mejor forma de comunicación visual, una tarjeta de visita. Yo pienso que, en general, la sociedad debería de ser más divertida con su imagen, tener una buena base de corte y color y poder jugar con ellos, igual que se puede hacer con las prendas de vestir.
Durante mucho tiempo este maravilloso trabajo ha sido degradado por los propios peluqueros, ha sido un campo de servicio de segunda y no es así.
Creo que el cabello es lo más importante en la imagen de una persona y la profesión de peluquero debería de tratarse como se merece, como se tratan a los diseñadores o a los sastres, además se parecen en su trabajo ya que trabajan con fibras modificándolas